En este juego, los pequeños tendrán que aprender a gestionar adecuadamente el riesgo. Cada turno deberán lanzar un dado, una vez o dos dependiendo de si sus dos pingüinos están despiertos. Si consiguen sacar el símbolo de pescado, podrán coger una ficha de pez de entre las que están bocabajo para ver si consiguen pescar algún pececillo que añadir a su escondite. Pueden ir acumulando peces hasta que decidan esconder su alijo con todos los acumulados hasta entonces. ¿Por qué hacer esto? ¡Porque Willy la ballena está al acecho y puede arrebatarles los peces que no tengan escondidos! Los jugadores irán cogiendo peces y escondiéndolos hasta que los padres pingüinos lleguen a casa o bien todos los jugadores hayan enviado a dormir a sus pingüinos (para esconder el pescado acumulado hasta entonces), momento en el que se cuentan el total de peces. El jugador con más peces ¡gana!
El juego incluye 4 papeles de iceberg para que cada jugador monte su propio iceberg.